viernes, 5 de diciembre de 2008

Texto de Sr. Osvaldo Nuñez sobre el último cine-club


LA ASOCIACION HISPANA DE LAVAL

Junto a unas ochenta personas, asistí con mucho agrado, el 28 de noviembre de 2008, a la proyección del documental El Dorado, la Sed de Oro, sobre el comportamiento de Barrick Gold. Esta película fue presentada por la Asociación Hispana de Laval, con la presencia de su realizador, Martin Frigon. Se trata del proyecto de explotación de la mina de oro más grande del mundo por esta controvertida compañía minera canadiense. La mina se encuentra ubicada en el norte de Chile, en la cumbre de la Cordillera de los Andes, en el lugar llamado Pascua Lama, en la frontera chilena con Argentina.

Constituye la inversión minera canadiense más importante en Chile, que asciende a más de 2.000 millones de dólares. Este proyecto ha suscitado una enorme controversia en ese país. El documental muestra que existe una fuerte oposición a este proyecto entre los indígenas y campesinos afectados por las consecuencias de la explotación minera. En efecto, la empresa ya comenzó a destruir los glaciares y a contaminar las aguas que corren hasta el valle Huasco y que sirven para el riego de la agricultura.

Por otro lado, la empresa pretende que creará una gran cantidad de empleos, lo que es discutible, pues hoy día la minería está muy mecanizada y emplea poco mano de obra. Por su parte, el gobierno chileno ha sido débil en obligar a la compañía a respetar los estándares mínimos relativos al medio ambiente y a las normas de trabajo y sindicalización. Se sabe que esta compañía tiene malos antecedentes en otros países, especialmente en África, donde explota otras minas. Incluso, no permitir al realizador del documental llegar hasta la mina y filmarla.

En el encuentro de la Asociación Hispana de Laval firmamos tarjetas al primer ministro de Canadá pidiéndole que exija a las empresas canadienses de la industria minera el cumplimiento cabal de sus responsabilidades sociales en los países en desarrollo. Esta petición está patrocinada por Desarrollo y Paz, organización católica canadiense de ayuda a los países pobres. La misiva agrega que las aguas, los bosques y las tierras agrícolas son contaminadas o destruidas por las actividades de las empresas canadienses, como Barrick Gold. Los firmantes solicitamos al gobierno federal que cree los mecanismos legales necesarios para perseguir en Canadá a estas compañías por los actos ilícitos cometidos en el extranjero. La discusión que siguió a la proyección de este documental fue muy interesante.

En el curso de esta asamblea pedimos, también, el apoyo financiero de los asistentes para la construcción de un monumento a Salvador Allende en el parque Jean Drapeau de Montreal. Es útil recordar que este presidente chileno nacionalizó las minas de cobre que antes pertenecían a las multinacionales estadounidenses Kennecott y Anaconda. Gracias a una solicitud de la AHL, en la que colaboré, actualmente una calle de Laval lleva el nombre de Salvador Allende.

ENCOMIABLE LABOR REALIZADA POR LA AHL

En esa ocasión tuve la oportunidad de felicitar a los dirigentes de la AHL por el trabajo excepcional que realizan. He apoyado esta organización, de la cual soy miembro, desde su nacimiento en 1994. Yo era diputado federal en esa época y en varias oportunidades participé en sus actividades. Su principal y más noble objetivo es facilitar la integración de los hispanos a la sociedad quebequense.

La AHL es uno de los pocos organismos en que participan, conviven y trabajan juntos hispanoparlantes y francófonos. La simbiosis se realiza de manera formidable, tanto en el consejo de administración como en cada una de las actividades que realiza. Es un ejemplo para las otras organizaciones latinoamericanas que, a mi juicio, deberían abrirse más a nuestros conciudadanos nacidos aquí.

La AHL organiza cursos de español, intercambios lingüísticos entre personas de habla hispana francesa, picnics, cursos de baile y de pintura. Sus tradicionales festivales folklóricos latinoamericanos, que se realizan en el mes de agosto de cada año - a los que asisto - y que cuentan con la participación de autoridades y de cientos de personas, en el bello Centro de la Naturaleza de Laval. Debo destacar igualmente las conferencias periódicas que organiza y sus famosas cenas y bailes de fin de año.

En suma, la AHL ha logrado, con mucho éxito, unir a dos culturas latinas, la quebequense y la latinoamericana. Felicitaciones a todo el consejo de administración, particularmente a nuestro amigo y presidente, Jaime Pinto, y a la eficiente secretaria, Diane Thériault. Verdaderamente, la AHL constituye “una gran familia de latinos del norte y del sur”.

Osvaldo Nuñez
Ex-diputado federal (1993-97)
osvaldonunez@sympatico.ca
Montreal, diciembre de 2008

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